Esta es una de las recetas más fáciles, rápidas y agradecidas. Hecho tal cual es fantástico, pero puede servir de base para muchos otros pasteles, por ejemplo añadiendo manzanas o chocolate a la mezcla inicial.
Ingredientes
1 yogur (yog): su envase nos sirve de medida para los otros ingredientes
1/2 yog. de aceite de girasol
2 yog. de azúcar
3 yog. de harina (a mi me gusta poner un 50% de harina de trigo y un 50% de maíz)
3 huevos
1 sobre de levadura química
ralladuras de piel de limón o de naranja (o lo que nos apetezca para aromatizar)
Elaboración
Precalentar el horno a 180º
Podemos hacerlo de manera rápida poniendo todos los ingredientes en la Thermomix, batiéndolos a velocidad 6 durante unos segundos. Luego rellenamos el molde y al horno.
Pero si queremos que nos quede un pelín más esponjoso podemos hacerlo de la siguiente manera:
Usad harina de maíz, siempre hace que quede el pastel más blanco y suave.
En primer lugar ponemos los huevos y el azúcar en el vaso de la Thermomix y programamos 3 minutos, 37º, velocidad 5.
Terminado el tiempo, añadimos el aceite y el yogur y mezclamos 15 segundos en velocidad 3. Añadimos levadura y harina y mezclamos unos 20 segundos en velocidad 2 1/2.
Lo ponemos en el molde, si es de silicona y ya llebáis tiempo usándolo no hace falta engrasarlo, pero si es nuevo o de otro material podéis pintarlo con aceite o mantequilla y añadirle un poco de harina para que no se nos enganche el pastel.
Horneamos durante 30 minutos aproximadamente.
Comprobamos que está hecho pinchando con un palillo en el centro, si sale limpio lo podemos sacar del horno.
En esta ocasión el bizcocho sirvió de base para otro pastel con lo que no tenía la misma cantidad de masa que en otras ocasiones y opté por hornearlo en un molde plum cake.